XXXVI
Tan pequeña, tan íntima,
mozárabe y ufana,
en soledad ondea
su palma de herradura.
Quién pudiera soñar
otra vez San Baudelio,
los frescos infinitos
de su humildad herida,
y abrazar cada bóveda
tan fiel, tan en silencio.
(de REGAZO E INTEMPERIE, 2007)
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